Lentes de contacto en Leganés
Millones de personas utilizan habitualmente lentes de contacto sin que nos demos cuenta de ello, ya que son un método cómodo y fácil para corregir nuestros problemas de vista o para cambiar nuestra imagen, con la ventaja que conlleva, además, no tener que cargar con unas gafas.
Una lente de contacto es una lente curva y fina que se coloca sobre la película lagrimal que cubre la córnea (o superficie del ojo). Se trata de una lente transparente, aunque se le puede añadir tinte de color para favorecer su manejo o para conseguir cambiar o realzar el color de nuestros ojos. Además, existen muchas lentes diseñadas para mostrar distintos efectos visuales y que se utilizan generalmente para disfrazarse o para espectáculos.
Tipos de lentes de contacto
Lentes de contacto blandas
Se trata de lentillas fabricadas a partir de plásticos tipo gel que contienen agua (llamado hidrogel).Tienen una textura agradable y son delgadas y maleables, por lo que son muy cómodas y se adaptan fácilmente al ojo, ya que rara vez se mueven. Esta opción es, sin duda, perfecta para cualquier persona con hábitos de vida activos o para deportistas.
Uno de los últimos avances dentro de esta variedad de lentes de contacto ha sido el desarrollo de una lentes de hidrogel de silicona que consiguen mejorar la salud ocular gracias a su mayor oxigenación de la córnea.
Dentro del género blando, podemos encontrar distintos tipos:
- Desechables de reemplazo diario: se ofrecen en envases individuales, para que utilices uno cada día. Debes desecharlo cada noche, antes de dormir.
- Reutilizables: se pueden utilizar las mismas lentillas durante un periodo más largo de tiempo, normalmente un mes. Para ello, precisan el uso de una solución de mantenimiento y se deben respetar los plazos de reemplazo para evitar la formación de depósitos de proteínas en la lente, entre otras complicaciones. Como ventaja frente a las desechables, estas son más económicas.
- Uso prolongado: se pueden utilizar tanto por el día como por la noche, durante un tiempo determinado, generalmente varias semanas (dependerá de cada modelo). Como inconveniente, su uso continuo puede provocar la acumulación de microorganismos en las lentes y aumentar el riesgo de infección u otros problemas.
Lentes de contacto rígidas permeables a los gases
Estas lentes, también llamadas GP o RGP, son más duraderas, consistentes y pequeñas que las blandas. Se utilizan para corregir algunos problemas visuales, como pueden ser los errores refractivos que requieren potencias esféricas o cilíndricas altas, más precisas que las lentes blandas.
Si la prescripción no varía, las lentillas rígidas se pueden llegar a utilizar entre seis meses y dos años, por lo que, sin duda, salen muy rentables. Además, el mantenimiento que necesitan es muy sencillo.
Lo único que debe tenerse en cuenta en estas lentes es que, al ser rígidas, llevan un periodo de adaptación hasta que el ojo se acostumbra a su uso. Si tienes dudas, nuestros expertos de Óptica Leganés te las resolverán rápidamente, para que puedas elegir correctamente las lentillas que vayas a llevarte.
Lentes de contacto híbridas
Las lentillas híbridas poseen una zona central producida en un material al gas y circundado por un anillo exterior más blando, de material de hidrogel o de hidrogel de silicona.
Estas lentes son menos habituales y solo se utilizan en casos más excepcionales, como cuando la curvatura del ojo muestra una forma irregular o cuando el portador tiene algún problema con las lentes rígidas permeables a los gases o las lentes blandas, por lo que recurre a esta variante híbrida.
Lentes de contacto bifocales y multifocales
Las lentes bifocales disfrutan de dos prescripciones simultáneas, para ver de lejos y de cerca; mientras que las multifocales permiten la visión en todas las distancias, ya que tienen un espectro de potencias más amplio en cada lente.
Estos dos tipos de lentes son habituales en personas con presbicia y están disponibles tanto en materiales blandos, como en rígidos permeables a los gases.
Lentes de contacto de monovisión
Esta variedad de lentes es muy poco habitual, pero algunas personas con presbicia siguen utilizándolas. Se trata de pares de lentes que tienen prescripciones diferentes. Por ejemplo, puede darse un par que tenga una lente bifocal y otra monofocal, o una que esté prescrita para visión lejana y otra para leer.